En el verano de 2021, tras dos temporadas completas y tras haberse disputado tres jornadas de la nueva temporada en LaLiga Santander, Antoine Griezmann volvía a ser nuevo jugador del Atlético de Madrid, un fichaje que formaba parte de una cadena que concernía a tres equipos y tres jugadores: Barcelona, Atlético de Madrid y Chelsea en cuanto a entidades, y en cuanto a jugadores se trataba de Luuk de Jong, Saúl Ñíguez y el propio Griezmann. El ariete holandés venía de formar parte de la disciplina del Sevilla durante las dos temporadas anteriores y tras conocer que el club del Sánchez Pizjuán contrataba al ex Huesca Rafa Mir, lo que le dejaba como el tercer delantero del equipo tras el propio español y el marroquí En-Nesyri, y el Barça se ofreció a contratarle como cedido para suplir la marcha de Griezmann al Atlético. Saúl quería salir del Metropolitano debido a que lo usaban donde no podía sacar más a relucir sus cualidades (lateral/carrilero por la izquierda) y el Chelsea le ofreció la cesión. Y Griezmann era uno de los jugadores con los que el Barça quería hacer caja para conseguir así que Messi renovase con el club azulgrana. El francés llegó a ser silbado por la afición culé e incluso insultado, llegando a decirse que Messi se marchó del Camp Nou a causa de que Griezmann se iba a quedar, concretamente: 'Se va por tu culpa'.
Centrándonos más en el '8' del Atlético, se cumplía así el deseo del entrenador Diego Pablo Simeone de traer de vuelta a la que había sido su estrella desde que fichó en 2014 hasta que se fue en 2019 al Barcelona. Griezmann se fue al Barça por 120 millones de euros desde el propio Atlético de Madrid y metió el miedo en el cuerpo a la afición rival, la del Santiago Bernabéu, ya que iba a formar tridente ofensivo con el uruguayo Luis Suárez y el argentino Lionel Messi. Pero no fue todo lo bien que se imaginaba la afición blaugrana. El esquema de juego del equipo por entonces dirigido por Ernesto Valverde era de un 4-3-3 con el famoso tridente arriba, siendo Messi y Griezmann los extremos y Suárez el punta principal. Eso en la mayoría de partidos. Luego pues podía jugar algún día Griezmann de mediapunta, Messi de mediapunta o incluso con cuatro atacantes, siendo Dembélé o la joya Ansu Fati el que partía por el flanco izquierdo, Messi el fijo por banda derecha y ya luego Griezmann por detrás de Luis Suárez. Sea como fuere, ni con Valverde, ni con Quique Setién, ni con Ronald Koeman, Griezmann pudo adaptarse a lo que el Barça le exigía, por varias razones, las cuales nos disponemos a contar ahora.
Primero. El fichaje de Griezmann por el Barcelona metió el miedo en el cuerpo a muchos aficionados, casi todos madridistas, porque se imaginaban al tridente Griezmann-Messi-Luis Suárez arrasando en la Liga y peleando por la Champions. Y hubo sobre todo una cosa que nadie se paró a pensar en el momento, o casi nadie, y que luego fui comprendiendo con el paso de los partidos. Messi y Griezmann son dos futbolistas de un mismo perfil, son dos mediapuntas a los que les gusta jugar por detrás de un punta de referencia y no pegados a una banda, y cuando coinciden los dos en el campo chocan, es decir, se quitan espacios el uno al otro. Si no se les da total libertad, como a Isco en el Real Madrid, es prácticamente imposible que jugadores del mismo perfil coincidan sobre el campo. Algo que sin embargo no se daría si coincidiesen por ejemplo Mbappé y Haaland. Porque el nórdico es un punta referencia al que sí, se le pueden servir balones al espacio, y Mbappé es un extremo que puede jugar de delantero y sería el que más tendería a recibir en banda, y además ambos son rápidos, solo que Mbappé puede fabricar él las jugadas desde banda derecha o izquierda y Haaland podría entrar al área con su velocidad y terminarlas. Pero dos mediapuntas iguales o casi iguales, como son Messi y Griezmann, a no ser que se les dé libertad, son imposibles de cuadrar en el mismo esquema de juego, a menos que uno se tenga que adaptar a jugar por banda, como le ocurría a Griezmann, y eso forma parte de otro punto por el que el '7' de Francia no destacó en la Ciudad Condal. Messi no tendría problemas en jugar por banda, pero él casi siempre parte de banda y se mete hacia el centro, de hecho era el extremo derecho en la famosa 'MSN' y se entendían todos a la perfección.
Segundo. Griezmann no es extremo. Cuando llegó al Barça, todos sabíamos dónde iba a jugar, ya que la banda izquierda del club catalán es la que más 'flojea' por decirlo de algún modo, y el fichaje del galo se hizo para completar el ataque. Pero con el paso de los partidos se corroboró lo que todos sabían. No es extremo. Ni izquierdo ni derecho. No regatea casi nada. No desborda casi nada. Eso es lo que ha de tener un extremo moderno: velocidad, regate, desborde y gol. Griezmann tiene gol, pero no puede hacer carreras por banda, no dribla en exceso y no desborda en exceso. Le ocurre como a Asensio en el Madrid. El mallorquín es otro mediapunta que se desaprovecha y se pierde cuando se le ubica en un costado, ya que le pasa como al francés. Asensio tiene un excelente golpeo de balón, velocidad, pegada, llegada, pase, último pase, gol, etc... Unas cualidades que no se explotan cuando se ubica en banda, sino que al contrario, se pierden. Muy pocos enlaces actuales ven reducidas sus cualidades al ubicarse en un costado, ya que un mediapunta moderno ha de tender a jugar por el centro, no en banda, y eso es lo que le pasaba a Griezmann, pero al tener a alguien como Messi en el equipo, más no podía hacer.
Tercero. En el Barça, Griezmann no tenía el afán de liderazgo que tenía en el Atlético hasta el fin de su primera etapa de rojiblanco. Simplemente pasó de ser la máxima estrella en el Atlético de Madrid a ser un jugador más en el Barcelona, a la sombra de Lionel Messi. Un poco como Iago Aspas en sus pasos por el Liverpool y el Sevilla de Unai Emery. El atacante gallego era estrella y leyenda viva del Celta de Vigo pero cuando salió de allí simplemente pasó de ser la estrella del equipo a ser un jugador más de la plantilla. Si es que es normal, estando Luis Suárez, Coutinho, Sturridge, Raheem Sterling, James Milner o hasta el propio Adam Lallana. En el Barcelona coincidió con Messi, Suárez, Busquets, Piqué, Jordi Alba, Ter Stegen, De Jong, Arthur o incluso Ansu Fati y Dembélé. Y en el Atlético, obviamente, no tenía tantos jugadores de ese nivel, tan solo Godín, Filipe, Juanfran, Gabi, Koke, Raúl García, Diego Costa, Fernando Torres, Gameiro, Correa o incluso Jan Oblak. Comparando los jugadores, hay más cracks en el Barcelona, y era obvio que al '17' y posterior '7' blaugrana le iba a afectar el pasar de ser líder del grupo a ser un jugador más del equipo. Eso sumado a que nunca jugaría en su sitio habitual, al estar totalmente monopolizado por Messi.
Cuarto. Griezmann en el Atlético era lanzador de absolutamente todas las faltas y todos los penaltis del equipo si estaba en el campo. En el club azulgrana se iba a juntar con el mejor tirador de faltas del mundo del fútbol, Leo Messi, y uno de los mejores lanzadores de penaltis del panorama futbolístico, también Leo Messi. Y en el Barça el lanzador de faltas y penaltis es Messi. (o era Messi, ya que el capitán de Argentina milita a día de hoy en el París Saint-Germain). Y obviamente también le iba a poder la presión en ese sentido, debido a que se iban a juntar dos excelentes tiradores de faltas y de penaltis, e iba a haber dudas en torno a quién sería el lanzador, pero todos sabían que si Messi estaba en el campo, sería él.
Estas y muchas otras razones explican el hecho de que Antoine Griezmann no fuera lo que los aficionados esperaban de él en su paso por el Barcelona, y aun con la marcha de Luis Suárez, precisamente al Atlético de Madrid, Ronald Koeman siguió situando al campeón del mundo con Francia como extremo, aunque todos sabemos que no es extremo, para situar a Messi como falso 9. El delantero jugó tres partidos de Liga más con la camiseta del Barça, contra Real Sociedad, Athletic Club y Getafe, antes de que se cerrase el mercado de fichajes y tuviera lugar esa famosa cadena que afectaba a Luuk de Jong, Saúl Ñíguez y el propio Griezmann. Un solo fracaso dejaba en nada los tres fichajes pero afortunadamente para ellos nada salió mal y el que fuera estrella del Atlético de Madrid hasta su marcha regresaba a dicho club como cedido durante dos años con una opción de compra obligatoria al final del segundo, que recientemente ha solicitado el club del Metropolitano al Barcelona. Existía cierta incertidumbre sobre si la afición del Atlético perdonaría a Griezmann tras su salida en 2019 a un rival directo por la Liga y su posterior regreso dos temporadas después. Redebutó con los colchoneros en la 4ª jornada ante el Espanyol en Barcelona, como titular y jugando 59 minutos, arriba junto a su excompañero en el Barcelona Luis Suárez. En su regreso al Metropolitano, en Champions ante el Oporto fue silbado y abucheado al entrar como suplente reemplazando al que fue fichado para ser su reemplazo, Joao Félix. Encadenó dos titularidades seguidas más ante Athletic y Getafe antes de irse con Francia a jugar la Final Four de la Liga de Naciones que acabarían ganando en la famosa final ante España. Titular en Champions contra el Liverpool, jugando 52 minutos en los que anotaría dos goles (sumados al que anotó en San Siro contra el Milan, daban tres goles del francés en la máxima competición continental) y sería expulsado con roja directa y sancionado con un partido. Cuatro titularidades seguidas más en Liga (Real Sociedad, Levante, Betis y Valencia) en las que anotaría en sendas visitas a la capital del Turia y jugaría el partido completo en los dos últimos. Nueva ventana FIFA en la que es titular en los dos partidos y anota un gol en la victoria 8-0 sobre Kazajistán. Encadenaría 6 titularidades seguidas más con el Atlético, desde la derrota en Champions ante el Milan por 0-1 hasta el derbi en el Santiago Bernabéu, donde recibe una patada de Carvajal que lo lesiona de gravedad y hace que el atacante esté de baja hasta comienzos del año 2022. Había anotado gol en las visitas a Cádiz y a Oporto, donde el Atlético se clasificaría para octavos de final de la Liga de Campeones al vencer a los portugueses por 1-3. Regresó como suplente en la Copa del Rey ante el Rayo Majadahonda, jugando 33 minutos y marcando un bonito gol, contribuyendo a la victoria de su equipo por 5-0 en un partido que se disputó en el Metropolitano. Pero esto vino con mala noticia: recayó de su lesión. Justo cuando se empezaban a ver destellos del mejor Griezmann que pasó por el Atlético, tuvo dos lesiones, y la segunda sería decisiva para el desarrollo de su temporada, pero no precisamente para bien. Al estar plenamente recuperado, regresó en Pamplona pero no jugó ningún minuto. Pero a lo que iba. En el tiempo que el francés estuvo lesionado, Correa y Joao Félix se consolidaron como titulares en la parcela atacante, dejando a los que inicialmente salían siempre de inicio, Griezmann y Suárez, en el banquillo semana tras semana. Tras el partido de Osasuna, suplente ante United y Celta en casa y cuatro titularidades seguidas en las que suma 90 minutos o más en las salidas a Old Trafford y Vallecas. Se va con su selección y vuelve a ser titular tras su regreso en cuatro ocasiones, pero esta vez en ninguna completaría el partido. Suplente ante Espanyol y Granada en casa, partido completo en San Mamés, juega la segunda parte del derbi ante el Real Madrid, ya con los blancos campeones, y es titular en las 3 jornadas restantes de Liga. Desde el 6 de enero, cuando volvió de la lesión y marcó ante el Majadahonda, no volvió a anotar un solo gol, es más, lleva sin marcar un gol desde ese día, ni con su club ni con Francia. Si tenemos en cuenta que estoy escribiendo esto a 30 de junio, podemos decir que lleva más de 5 meses sin ver portería. Quien sí quedó sentenciado y casi no fue titular fue Luis Suárez, al que el Atlético comunicó que no contaría con él para la temporada 2022/2023. Con el paso de los partidos y a base de goles la afición del Atlético fue perdonando a Griezmann, y ahora el Atlético va a solicitar el segundo año de cesión al Barça y ya luego le comprará. Pero hay un problema. El centrocampista Axel Witsel fue fichado como agente libre por el Atlético, y para liberar masa salarial, se está rumoreando que Griezmann podría ser el elegido para hacer caja. Morata y Saúl regresan pero saben que tienen pocas opciones de formar parte de la plantilla. Y aquí está el tema fuerte de la entrada: ¿Debe Griezmann salir del Atlético?
Pues bien, yo creo que NO debe salir, porque es un jugador que Simeone se esforzó bastante en traer de vuelta y pareció ganarse nuevamente el apoyo de la afición. Pero claro, en esta segunda etapa fue alineado en bastantes ocasiones como extremo izquierdo o derecho en vez de en su sitio natural. ¿A qué se debe? A que el técnico quiso potenciar a Joao Félix poniéndole por detrás de un punta, y eso perjudicaba a Griezmann. En este sentido, su paso por Barcelona fue bastante influyente. En mi opinión, no debería irse, pero ni en 2019 debió haberse marchado. No es el mismo caso que Aspas, porque él se fue del Celta y volvió dos años después como la estrella que es ahora, y no se vio al Griezmann goleador de la primera etapa a pesar de su buena jugabilidad. Ahora sin Luis Suárez, el Atlético se lanzará al mercado en busca de un '9' en caso de que Morata no se quede, pero si no fichan a ninguno, o incluso si lo hacen, porque no hay nada imposible en el fútbol, creo que el ataque del Atlético estará formado por Griezmann y Joao Félix, intercambiando posiciones a lo largo del partido. El portugués parece el más indicado para ejercer como '9' debido a su juventud, pero como ambos pueden ser segundos puntas o delanteros, creo que si estos dos acaban siendo titulares la próxima temporada, se volverá a ver al mejor Griezmann y no habrá necesidad alguna de sacar dinero por él. Tiene mucho que aportar al Atlético y es el lugar de donde nunca debió haber salido, del club que le permitió hacerse un hueco como estrella mundial y ser tercero en una votación del Balón de Oro. Espero ver al galo siempre como '9' o segunda punta y ya nunca más como extremo, porque se ha demostrado que no es extremo y no tiene el regate necesario para desenvolverse en banda. Recuperará asimismo los galones que perdió y volverá a ser la estrella que abandonó el club para irse a un rival directo. Insisto, NO debería salir porque fue un jugador que pidió expresamente el Cholo y es muy querido por la afición colchonera. Vamos a tener un mercado muy emocionante, confío plenamente en ello. Un saludo.